Nuestros dos primeros tratamientos de reproducción asistida los llevamos a cabo el 2 de mayo de 2008. Fuerón dos microinyecciónes espermáticas (ICSI), una con 8 ovocitos y la otra con 2. En la primera conseguimos 2 embriones y en la segunda 1. A las dos semanas de la transfrencia embrionaria las pacientes se realizaron la prueba de embarazo y las dos dieron positivo. No os podéis imaginar los gritos de alegría de todos nosotros por la clínica, saltos, risas, llantos. Fue una cantidad de emociones juntas difíciles de expresar, habíamos empezado nuestra andadura consiguiendo el sueño de dos parejas y demostrándonos a nosotros mismos que el esfuerzo que estábamos realizando valía la pena.
Con esas pruebas de embarazo se destapó la válvula de la presión de muchos días de espera, y aunque sabíamos que estábamos haciendo un buen trabajo, no siempre se consigue el final esperado. Pero esta vez sí fue así. ¡Lo conseguimos! y ya lo hemos conseguido bastantes veces más desde aquel día, y aunque ya no saltamos ni gritamos por la clínica, lo celebramos como si hubiéramos metido el gol del triunfo en la final de la copa del mundo, porque sabemos que para las parejas es exactamente eso, el gol de la victoria, y en muchos casos en los minutos de descuento del partido.
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