Dicho popular
Y yo diría que
amansa a nuestras fierecillas internas: nuestros pensamientos que están
agitados, nuestro cuerpo que está en tensión y nuestra energía que está
baja de baterías. Así que escuchemos música y
dejémonos llevar por ella, traquilamente. Sentados en nuestro sofá, en
nuestra cama, tumbados en la playa, donde tu elijas o te quieras
imaginar, ponte esa música que tanto te gusta y que
te transporta, que te hace ver ese ciclo que has comenzado, por unos
momentos de otra manera y que esta vez va a ser distinto. Pequeña receta
para la ansiedad: “El concierto de Aranjuez” de Joaquin Rodrigo y “Las
cuatro estaciones” de Vivaldi”.
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