Anónimo
El otro día me disculpé con una paciente porque entraba tarde a consulta y ella me contestó “a veces las cosas no salen como uno quiere y tenemos que aprender a aceptarlas y por ello no nos tenemos que molestar”. Cuando aprendemos a aceptar que tenemos dificultad en tener hijos, que tenemos que buscar otros caminos (y no por ello peores) es cuando tenemos la serenidad suficiente para seguir adelante, para caminar con fuerza y realizar de una forma optimista el tratamiento.
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