“Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra.”
Anónimo
Es algo que deberíamos practicar todos. Hacer el camino del tratamiento con una sonrisa nos ayudará a vivir la situación más tranquilos. No se trata de tener la sonrisa puesta las 24 horas del día y forzarse, no, pero si intentar sonreír desde nuestro interior hacía el exterior, pensando que nos aportará más tranquilidad.
Esto también se puede hacer extensible a los que nos dedicamos al mundo de la reproducción: médicos, enfermeras, biólogos, psicólogos, auxiliares, administración y todo el personal que pueda trabajar en esto. Una sonrisa al paciente que entra por la puerta seguro que hará que su entrada y camino en ella sea mucho más llevadero.
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